José Juan Tomás
ALTAMIRA, Tam.- En un acto de profundo significado político y social, el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, rindió su tercer y último Informe de Gobierno. De este primer trienio a la sombra de una presidencia municipal que ha sido testigo de tantas promesas incumplidas, el alcalde trazó un panorama que, a su parecer, marca el fin de la era de los discursos huecos y el inicio de un camino de acciones concretas. Armando Martínez ha logrado, en tres años, lo que muchos consideraban imposible: posicionar a Altamira como un referente de transformación en Tamaulipas y más allá.
Una administración respaldada por la transparencia y la confianza ciudadana
Desde la explanada de la Presidencia Municipal, Martínez Manríquez hizo un balance de su gestión, en la que destacó inversiones por más de 332 mil 836 millones de pesos en 55 proyectos enfocados en los sectores industrial, comercial y de servicios. Este avance, que ha sido respaldado por el gobernador de Tamaulipas, Dr. Américo Villarreal Anaya, ha consolidado a Altamira como una ciudad de oportunidades y desarrollo sostenido.
Lo interesante aquí no es solo la magnitud de los recursos gestionados, sino cómo estos han sido utilizados bajo un nuevo estándar de transparencia, rendición de cuentas y eficiencia. Es precisamente esta apuesta por la honestidad y la eficacia lo que ha permitido a Altamira emerger como un caso de éxito a nivel nacional, algo que pocas veces hemos visto en administraciones municipales.
Seguridad: un punto de quiebre en la percepción ciudadana
En un contexto nacional donde la inseguridad es tema constante, Altamira ha logrado destacarse con una percepción de seguridad del 78.5%, según datos citados por el propio alcalde.
Participación en más de 30 mesas de seguridad y justicia, y 624 mesas de construcción de paz, han resultado en una disminución de delitos que posiciona al municipio por debajo de la media nacional en siete categorías. ¿El secreto? Una colaboración estratégica y una administración que, con recursos limitados, ha demostrado que es posible mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos cuando existe voluntad política.
Reconocimientos y avances que no se pueden ignorar
Los resultados han sido reconocidos incluso por la Secretaría de Gobernación, que ha distinguido a Altamira como el municipio con mayor avance en su evaluación de desempeño en dos años consecutivos. Un crecimiento acumulado del 45.9% no es un logro menor y subraya el compromiso de la administración de Martínez con la eficiencia y la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Retos superados: agua, basura y luz, problemas de siempre con soluciones nuevas
El rescate del sistema lagunario de Champayán, la inversión en infraestructura de agua potable y la mejora en la recolección de basura, son logros tangibles que los altamirenses pueden ver y sentir. Con inversiones de 50.6 millones de pesos en acciones para atender la crisis hídrica y más de 49.2 millones en la recolección de basura, la administración ha abordado problemas históricos con soluciones efectivas, que han tenido un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos.
Economía, deporte y educación: una visión integral de desarrollo
El crecimiento económico, reflejado en los 43,881 empleos formales alcanzados y los apoyos a micro, pequeñas y medianas empresas, es otro de los pilares que ha sostenido esta administración. Pero la apuesta de Martínez no se ha limitado a la economía; con inversiones sin precedentes en infraestructura deportiva y educativa, ha dejado claro que su visión del desarrollo incluye todas las esferas de la vida pública.
Salud, bienestar animal y obra pública: compromiso integral con el ciudadano
Martínez Manríquez ha implementado acciones contundentes en salud pública, asistencia social y bienestar animal, áreas que rara vez ocupan los titulares pero que son fundamentales para el bienestar ciudadano. Desde la construcción de clínicas para mascotas hasta la distribución de despensas, el enfoque de esta administración ha sido integral, respondiendo a las necesidades más apremiantes de la población.
Un modelo a seguir en desarrollo sostenible
La construcción de una Planta Tratadora de Aguas Residuales en la Pedrera es la guinda de un pastel que coloca a Altamira a la vanguardia del desarrollo sostenible. No solo se trata de infraestructura; es una apuesta por un modelo de desarrollo en el que el crecimiento económico va de la mano con el cuidado del medio ambiente y el bienestar social, en línea con la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Conclusión: un nuevo estándar de gobierno en Altamira
Altamira se perfila como un modelo de gestión pública, no solo en Tamaulipas sino a nivel nacional, con un liderazgo que ha sabido combinar inversión, visión y, sobre todo, compromiso social. La administración de Armando Martínez Manríquez ha sentado las bases para un nuevo estándar de gobernanza en el que la transparencia, la eficiencia y el desarrollo sostenible no son solo palabras de moda, sino realidades tangibles que mejoran la vida de la gente.
Este informe de gobierno no es solo un recuento de acciones; es, en muchos sentidos, una invitación a reflexionar sobre el tipo de liderazgo que necesitamos para transformar nuestras ciudades y, por qué no, nuestro país.
