Tiempos de Guerra
Chano Rangel
¿De la gritería al grito?
La noche mexicana del viernes 15, fue algo simbólico, algo que los
mexicanos celebramos como parte de nuestra cultura de libertad,
todas las ciudades del país por pequeñas que fueran celebraron esta
noche, donde el grito de libertad se escuchó de la garganta del cura
Miguel Hidalgo y Costilla, ya han pasado más de dos siglos, de
escuchar con patriotismo la gesta de independencia.
Pero no todo es miel, de la gritería los mexicanos pasamos al grito,
pero no de viva México, si no de incredulidad, ningún presidente en la
historia del país se había tomado tantas atribuciones de los invitados,
pero en este caso eso fue la excepción, pero no fueron cualquiera, se
trató del ejército ruso, el cubano, nicaragüense y venezolano,
coincidentemente todo ellos sumidos en terribles dictaduras.
Eso es lo que el mandatario dejo claro, el apoyo a las dictaduras del
orbe no comulga con un estado libre y soberano, en el balcón de
Palacio la noche del Grito, Militares y más militares, su familia y
secretarios, pero ningún d ellos otros poderes que conforman la
nación.
Si esta acción se hubiera hecho en plena Guerra Fría, las
consecuencias para nuestro país serian catastróficas, con Rusia
tenemos poco intercambio comercial, y desde hace algunos 3 o 4
años, los servicios de inteligencia de Estados Unidos, han detectado
en la embajada rusa, la mayor cantidad de espías de ese país de la
historia reciente.
Por si fuera poco, también se trajo a representantes de Nicaragua,
Cuba y Venezuela, países sumidos en la miseria por culpa de las
dictaduras, donde las principales garantías de libertad están
suprimidas.
Entonces salen preguntas ¿a que juega el presidente? ¿Con esto
muestra sus reales intensiones? ¿será represalia por la extradición del
Ovidio Guzmán? y por último ¿qué reacciones vendrán de
Washington?
Si bien es cierto que el viernes pasado fue extraditado a Estados
Unidos, Ovidio Guzmán, la reacción del presidente debió haber sido
de enojo, de furia hacia lo que el detestas, la participación de la Unión
Americana dé temas nacionales, aunque estos, en costo político, sean
pagos superiores en la relación bilateral.
Ni con Rusia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, comercializamos tantos
productos, como se da con Canadá y Estados Unidos, el 80% del
comercio de México, se da con los socios del Tec-Mec. El ya
consolidado tratado de libre comercio de Norte América, la región de
más movimiento de mercancías en el mundo.
Pero al desfile no se invitó a los amigos y socios, no señor, no señora,
al desfile se invitó a las tiranías, a los enemigos visibles de nuestros
socios comerciales, a los que mantienen con mordaza las libertades, a
los que meten presos a sus opositores, a los que cayán la libertad de
expresión y el libre pensamiento, a esos son los que invito el
presidente mexicano.
Por si fuera poco, si tuvo invitados a los estados dictatoriales, pero en
el balcón de Palacio Nacional, no hubo un solo representante de los
otros poderes en que se divida la nacional; el legislativo y judicial,
fueron ignorados en su lugar, se dio la bienvenida a las tiranías.
Espero que algún chairo me explique, el motivo de invitar a las
dictaduras a un desfile en un país democrático, mostrando las
verdaderas intenciones del presidente y su afán de perpetuidad.
Esperemos una respuesta lógica a tal agravio, no coincido con estos
hechos, pero al final es mi punto de vista y nada más.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Contundente fue el festejo del mes patrio en Reynosa, el ayuntamiento
que preside Carlos Peña Ortiz, organizo un magno evento de noche
mexicana, que tuvo como marco el ya tradicional “Grito de
Independencia” teniendo como colofón la presentación de Alfredo
Olivas, ante una plaza principal abarrotada con más de 30 mil
asistentes.
En el balcón de Palacio Municipal, el edil fue acompañado por su
señora la madre la doctora Maki Ortiz y su papa, Carlos Víctor Pena
Garza, además de miembros del cabildo e invitados especiales.
Fue una noche completa, llena de diversión y una asistencia familiar
pocas veces vista, con una buena organización, la respuesta de la
población fue lo mejor del evento, miles y miles presenciaron a Alfredo
Olivas y a todo pulmón gritaban el “Viva México”.